ADÁN Y EVA EN REVERSA
Al principio fue la inflación. Los sueldos no alcanzaban para los gastos suntuarios que eran muy cotidianos. Luego, llegó el hambre. La canasta básica pasó a ser de tubérculos y granos dos veces al día cuando mucho. Después apareció el remiendo; se estrenaban de vez en cuando suelas en los zapatos rotos y parches en las ropas. Más tarde, llegó el Éxodo, todos se fueron del Jardín menos Adán y Eva. Las ropas ya no sirvieron más. Tuvieron que caminar desnudos. Al principio, sintieron pena, pero se acostumbraron. También se adaptarían al alimento prohibido por el regordete Dios.
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