I
A las 6:00 de la tarde los árboles se esconden bajo el cuerpo desnutrido de sus sombras.
En la calle bailan cartas de dominó sobre una mesa descartando toda soledad.
En la calle ladran custodios de pequeños infiernos y no existo para nadie.
A las 6:01 de la tarde en la herida que tengo al costado se posa una mosca
y me deja sus huevecillos;
larvas brotarán de mi cuerpo.
Habrá vida...
Mañana será otro día.
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