EVOCACIÓN
“A mi tío Adolfo”
Reminiscencia de quesos bañados en humo:
En el patio donde fui niño
En el patio donde fui niño
los
canastos se tejen entre sueños silenciosos.
Esteras;
una
mirada dolida y un cuento de momoyes,
tu
figura eterna sigue plegada a la banca:
pies
desnudos abrazan el suelo
habitante
de caminos y zanjones,
eres
arcoíris de fuego y bucare,
Dulce fanega en la memoria.
Dulce fanega en la memoria.